Este, es un tema que me ha hecho escuchar de todo tipo de comentarios y quiero compartirles mi experiencia. No significa, ni que es bueno, ni malo, cada una tenemos nuestras propias experiencias y perspectivas ante éstas.
Les platico, cuando me decidí a ser mamá, sabía que las cosas tenían que cambiar, pero nadie me dijo que todo y que fuera tan fuerte.
Primero, el proceso del embarazo, el cual es maravilloso, pero también es raro, ya que tu cuerpo cambia y no solo lo que se ve, porque obvio la panza crece, pero también hay cambios en tu organismo, en tu humor, en tus hormonas, lo que hace que no siempre andes de buenas, que tengas calambres, te sientas cansada, que sientas nauseas, te hinches, etc. Yo la verdad no pasé mucho, sí había días que no andaba del mejor humor, sí había días que tenía muchos calambres, pero tuve un embarazo maravilloso, subí apenas 9 kilos, me cuidé mucho y hacía diario ejercicio, cosa que a las que están pensando en tener bebé pronto, les recomiendo muchísimo.
En fin, pasa uno este proceso y después llega, llega el día en donde puedes tener a tu bebé en tus brazos. Mientras estás en el hospital el bebé duerme todo el día, las enfermeras están súper al pendiente de todo, tienes flores, regalos y visitas todos el tiempo, pero llega el momento en el que tienes que regresar a casa y ya no son solo dos, ahora hay otra personita que depende de ti al 100% para sobrevivir, lo que hace que reacomodes todas tus actividades para bridarles el calor y amor que necesita.
Yo honestamente nunca imaginé que este cambio fuera tan radical, al principio confieso que entre tomar el tiempo para darle de comer, lavar mamilas, dormirlo, hacer la pañalera cuando tenía que salir , checar que trajera todo lo indispensable, yo sentía que no podía salir de casa y cuando me quedaba, sentía que no tenía ni tiempo para bañarme, sí, para mí fue un poco complicado este proceso de los primeros días, y justo por esto mi pregunta es ¿por qué nadie nos dice esto?
Ojo, no estoy diciendo que todo es malo, solo que es muy fuerte porque desde mi punto de vista, la mujer es a la que más le pega, pues estamos pasando por varios procesos como:
- Traemos las hormonas en todo lo que da, mucho más que en el embarazo. Esto hace que podamos estar del mejor humor, del peor o sumamente sensibles.
- Una herida, que aunque no queramos duele, a unas más que a otras, pero existe y estar en todo el movimiento que requiere un bebé estar no es tan fácil.
- El cuerpo está en proceso de acomodo. Obviamente para que el bebé cupiera nuestras tripas y órganos tuvieron que buscar un lugar en dónde estar mientras llegaba, los entuertos para las que los tuvimos, son sumamente dolorosos.
- Amamantar. Aunque nos han vendido la idea de que dar de lactar es sumamente fácil, no lo es, por lo menos en mi caso, no, ya que los pechos duelen, duelen porque están cargados, duelen porque la saliva del bebé es ácida y duele si no te lo sabes acomodar como en mi caso de mamá primeriza, porque con la succión y el aíre mi piel se rompía y aunque no me arrepiento un segundo de haberlo hecho y lo volvería a hacer, fue un proceso sumamente doloroso y desesperante porque sentía que no saciaba a mi bebé y que no estaba haciendo bien las cosas, hasta que un día mi marido se metió a internet y buscó la posición que fuera la ideal para los dos.
En fin, este artículo no es para asustar a nadie, porque de verdad, lo volvería a hacer sin pensarlo, solo creo que cuando estamos por tener bebé, vale la pena acercarse a las mujeres que les tengas confianza y les preguntes sobre sus experiencias durante y post parto y tomes tips o pidas ayuda con anticipación para pasar este proceso de una mejor forma, además de preguntar y contemplar que toda tu vida y actividades van a cambiar, ya que ahora, hay un pedacito de amor que depende de ti.
Platíquenos sus experiencias y comentarios.