Una de las principales enemigas para pasar tiempo de calidad es la monotonía, ya que nos acostumbramos a responder de cierta manera ante los mismos estímulos, pero ¿qué pasaría si el escenario cambia? Los resultados, no tengas ninguna duda, serían también muy distintos.
Partiendo de lo anterior, te comparto tres ideas para que pongas en práctica y logres tener más tiempos de calidad con tus hijos.
1. Al menos una noche al mes, convierte la sala en un campamento y duerman ahí toda la familia. Crea un clima armónico y procura darle un toque de magia. ¡Esto a los niños les encanta! Echa a volar la imaginación, pueden poner una tienda de campaña, evitar usar luz eléctrica y aprovechar el tiempo para platicar.
2. ¿Te has puesto a pensar en cuánto tiempo pasas en el auto con tus hijos, yendo de un lado a otro? Definitivamente, no es algo agradable, sin embargo, puedes aprovecharlo para crear un momento de diversión con ellos y pasar un buen rato. ¿Cómo? Haciendo juegos mentales, como decir palabras que empiecen con determinada sílaba, contar los carros rojos que se atraviesen en el camino o simplemente cantar a todo pulmón. Inténtalo un día de estos, ya verás que puede dar muy buen resultado.
3. Evita el uso de tabletas y celulares a la hora de la comida y a partir de determinada hora del día. La regla podría ser, por ejemplo, que a las 8 de la noche todos dejen de usar cualquier dispositivo electrónico. Para llevar a cabo este plan, puedes poner una canasta linda, con algún letrero que resulte significativo para todos. Deja ahí tu celular y pídele a los demás que hagan lo mismo. Si tienes hijos pequeños, aprenderán de manera natural que durante la comida se platica; si tienes hijos más grandes, trabajarás con ellos poco a poco para que platicar, verse a los ojos y poner atención al de enfrente se convierta en un hábito y no en un castigo.
Estas son solo tres sencillas ideas, pero tu imaginación y disposición pueden generar muchas más. Lo más importante es querer realmente estar bien con tus hijos y saber disfrutar de su compañía entendiendo sus necesidades, sus intereses, sus gustos, su personalidad. En pocas palabras, siendo empático con ellos. Haz lo posible por recordar cómo se ve la vida a la edad que ellos tengan, eso te ayudará mucho a tener una perspectiva más amplia y poder entenderlos mejor.
Sobre la autora
Xóchitl González Muñoz es directora de Psicología para Niños, un centro de atención psicológica para niños y adolescentes en la Ciudad de México. Desde 2002 ha diseñado e implementado talleres y conferencias para padres, maestros y profesionales de la salud sobre temas como inteligencia emocional, manejo conductual y pautas de la evaluación diagnóstica. Es autora del libro digital ¿Cómo formar hijos emocionalmente sanos?